“Se trabajó desde el diseño, buscando el equilibrio entre la función y lo estético. Se propone un patio donde uno pueda despejar la mente, relajarse o jugar y divertirse, utilizando diferentes métodos, como el uso de hamacas, espacios donde llegue la luz del sol directamente, espacios rodeados de vegetación y zonas verdes, entre otras propuestas de recreación”, relata el equipo de estudiantes.

Finalmente, su proyecto concluyó en que era necesario “un espacio donde los estudiantes podamos tener un lugar, donde aprendamos a relacionarnos sanamente con el otro y podamos reducir el estrés que conllevan las responsabilidades académicas, intentando además integrar la naturaleza a la propuesta. Y que sea parte de esa transformación, como una herramienta de armonía”.

La idea fue tomada en cuenta y se llevó a cabo en las obras de remodelación del patio y la cancha, que recientemente inauguramos este sábado en el día de la familia pudimos disfrutar de esta nueva sección del patio que es evidencia de que el colegio es un espacio que construimos y cuidamos entre todos y todas.

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